MI HISTORIA

¿Recuerdan la primera parte de MI HISTORIA por los caminos de la Sierra Gorda de Querétaro?, pues bueno, entre el ir y venir diario de Tuna mansa a Santa María de los Cocos, (por cierto, aquí se encuentra la segunda sima vertical más grande del mundo: el Sótano del Barro, Santuario de Guacamayas verdes) cumplí 14 años, ya estaba en tercer grado de Telesecundaria y para mí no había futuro, no había planes, si tenía sueños, grandes sueños, quería ser arqueóloga, estudiar historia y conocer el mundo, pero para alguien que vive en un ranchito donde ni siquiera existen los servicios básicos, esos sueños se vuelven nada.

Un buen día, el maestro Martín, quien daba clases de preescolar en mi comunidad, tuvo a bien acercarse a mí, mientras yo observaba aburrida a mis compañeros de clase jugar basquetbol en la cancha comunitaria; nunca quise jugar porque nunca supe como jugar, en Tuna mansa no había un lugar para hacerlo, por lo tanto, las pocas veces que lo intenté, fue un fracaso y desistí por completo.

Pero ese día, ¡oh ese grandioso día cambiaría mi vida por completo! El maestro hizo una pregunta que yo siempre me hacía a mí misma: “¿Dónde vas a estudiar ahora que salgas de la Telesecundaria?” y con toda honestidad contesté: “No sé”, creo que me iré a trabajar. Y ahí comenzó una conversación donde supe que había una esperanza para los que no teníamos nada. Me habló de una institución llamada CONAFE, que si yo prestaba un año de servicio podría obtener una beca y con esa beca podría estudiar el bachillerato. Estudiar el bachillerato era impensable e inalcanzable para mí, y ahí estaba ese señor maestro, diciéndome que era posible.

Y me embarqué en ese sueño guiada ´al inicio por el profesor, apoyada por mis papás, que desde su humilde condición me decían, “no podemos ayudarte, pero tienes el permiso total de irte a estudiar lo que quieras”. Y me fui.

Después de un año de trabajar como Instructora Comunitaria, donde hice reuniones con padres de familia y atendí a 8 pequeños de preescolar como su “maestra”, teniendo solo 14-15 años de edad, finalmente pude irme a estudiar el bachillerato, al término del cual, ya sabía que quería dedicarme a estudiar Historia y ser docente.

Estudié mi licenciatura en Educación Media y me especialicé en Ciencias Sociales. Me casé. Fui migrante ilegal en Estados Unidos, corté manzanas en los campos de Nueva York y fui mesera en un restaurante en Olathe, Kansas. Tuve dos hijas. Conseguí empleo en el sector educativo. La vida en pareja no funcionó, me divorcié y continué mi vida como docente y como madre de familia por algunos años.

¿Y cómo llegué a ésta ´parte de mi vida aventurera en el Camino Viejo? …esa es MI HISTORIA CON EL CAMINO VIEJO.

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Sierra Gorda: una mirada a los senderos, historias, sueños y realidades de la gente rural